En el mundo actual, la originalidad es un valor cada vez más importante en todos los sectores, incluido el de la hostelería. Por eso, la carta de rutas que te mostramos para tu restaurante-bar verás que es una idea interesante y curiosa.
Esta forma de presentar los platos ofrece a los clientes una experiencia diferente y divertida. Les permite probar una variedad de sabores y texturas en un solo menú, sin tener que decidir qué pedir. Además, es una forma de ahorrar tiempo, ya que los clientes saben de antemano lo que van a comer y no tienen que pensar en los diferentes platos que pueden combinar. Por otra parte aumentarás el importe de ticket medio por cliente.
A los humanos nos encanta superar retos, va en nuestra naturaleza. En base a esta actitud se nos antoja crear una carta con varias 'rutas' que nuestros clientes pueden pedir. Cada ruta consta de varios platos con una idea común y su bebida correspondiente.
¿Qué conseguimos con esto? Por una parte vender varios platos y bebidas de una vez, más facturación y por otra ofrecer al cliente un aliciente, algo especial... un reto.
Cuida el resto de detalles, como los platos y vasos: procura que sean distintos al resto de los que utilizas. Esto hará que cada ruta sea una experiencia única y diferente. Diseña las rutas de modo que todas tengan el mismo precio.
Platos con historia, con sabor y con un reto final: tomarlos todos. A continuación, te explicamos cada una de las rutas, con una breve descripción de los platos que la forman y una recomendación de bebida.
Ruta 1: De toda la vida
Esta ruta es ideal para los amantes de la cocina tradicional española. Los platos que la forman son clásicos de la gastronomía española, como la morcilla con piñones, el lomo con berenjena o las habas con huevo de codorniz. La bebida recomendada es un vino tinto joven, como un Rioja o un Ribera del Duero.
Ruta 2: Híbridas tropicales
Esta ruta es perfecta para los que buscan sabores nuevos y originales. Los platos combinan ingredientes tradicionales con sabores exóticos, como el curry o el mango. La bebida recomendada es un cóctel, como un mojito o una caipiriña.
Ruta 3: Con pescado. Paseo por la bahía
Esta ruta es una apuesta segura para los amantes del pescado. Los platos son sencillos y sabrosos, como las albóndigas de bacalao, la sepia encebollada o el chipirón a la plancha. La bebida recomendada es una cerveza fría.
Ruta 4: Frías. El tiempo a tu favor
Esta ruta es perfecta para los días de calor. Los platos son refrescantes y ligeros, como la chatka de cangrejo, el salmorejo o la empanada de sardinas. La bebida recomendada es una copa de vino blanco.
Ruta 5: Croquetas. Tradición de casa
Esta ruta es un homenaje a uno de los platos más populares de la gastronomía española. Las croquetas son un plato versátil que se puede rellenar de todo tipo de ingredientes. La bebida recomendada es un vino blanco suave.
Ruta 6: Flamenca. Sabor y alegría
Esta ruta es una explosión de sabor y alegría. Los platos son típicos de la gastronomía andaluza, como el flamenquín, los huevos rellenos o los boquerones fritos. La bebida recomendada es un vino tinto de la región de Jerez.
Ideas para mejorar la carta
Además de las seis rutas que te mostramos, podrías añadir alguna más, como una ruta vegetariana. También podrías ofrecer una opción de ruta infantil, con platos adaptados a los gustos de los más pequeños.
En definitiva, la carta de rutas es una idea creativa y original que puede ser muy rentable para tu restaurante-bar. Además, es una forma de ofrecer a tus clientes una experiencia gastronómica diferente y divertida.